La posesión del Barça de Luis Enrique cae en picado
El primer año era del 68 por ciento y ahora solo del 64,5
El máximo porcentaje lo tuvo el equipo de Pep en su tercera temporada
En algunos partidos del FC Barcelona de esta temporada se ha visto al equipo de Luis Enrique correr más por detrás del balón que el propio rival. En Anoeta, por ejemplo, em muchas fases del partido la Real Sociedad tuvo más posesión del balón y el Barcelona era incapaz de robárselo y, por consiguiente, de crear ocasiones de gol ante la portería de Rulli. Algo parecido ocurrió el pasado martes en el Parc de Princes cuando el PSG de Emery le quitó el balón en muchos momentos del cruel partido de ida de los octavos de final de la Champions.
Atrás quedan aquellos partidos en los que el Barcelona dominaba a sus rivales a través del balón. Los azulgrana movían y movían la pelota hasta encontrar el hueco en la defensa del rival y clavar la estocada en forma del gol. Los barcelonistas, liderados por dos fenómenos como Xavi e Iniesta, ejercían una superioridad que el contrario era incapaz de contrarrestar.
Con ellos como maestros de ceremonía y con jugadores como Busquets, Keita y Yaya Touré de perfectos acompañantes el Barcelona pasó a ser un ejemplo y un modelo futbolístico en España, Europa y el Mundo. Nadie jugaba como el Barcelona. Con un trato exquisito del balón y con una posesión del mismo que en algunos partidos era impresionante.
En su primera temporada, el Barcelona alcanzó el 65,7 por ciento de posesión del balón, que al año siguiente pasó a ser del 68.9 por ciento. El punto culminante de la era Guardiola se produjo en la temporada 2010-11 con un 72,7, una cifra impresionante que demuestra la superioridad del equipo azulgrana. El partido más brillante, que más refleja esta manera de jugar del Barcelona fue la final de la Champions de Wembley en la que el Barcelona derrotó al Manchester United por 3-1, con una lección que la Europa futbolística nunca olvidará.
La última temporada de Guardiola en el banquillo y la única de Tito Vilanova la posesión del balñon se mantuvo alrededor del 70 por ciento (70,3 con Pep y 69,7 con Tito). La llegada de Tata Martino y de Luis Enrique supuso un cambio paulatino en el estilo de juego, basado ya sea por el desgaste de Xavi e Iniesta (el primero tuvo escaso protagonismo en el primer año de Luis Enrique al término del cual abandonó la entidad), ya sea porque el potencial del tridente y por la determinación de jugar un fútbol más directo, más vertical.
Traducido en cifras, con el Tata la posesión pasó a ser del 68,4 por ciento mientras que con el técnico asturiano ha ido del 68,0 y 67,6 de los dos primeros años al 64,5 del actual, el porcentaje más bajo desde la llegada de Guardiola. Ahora el Barcelona no tiene tanto balón. ¿Lo quiere o ya le va bien no tenerlo?
Atrás quedan aquellos partidos en los que el Barcelona dominaba a sus rivales a través del balón. Los azulgrana movían y movían la pelota hasta encontrar el hueco en la defensa del rival y clavar la estocada en forma del gol. Los barcelonistas, liderados por dos fenómenos como Xavi e Iniesta, ejercían una superioridad que el contrario era incapaz de contrarrestar.
GUARDIOLA, EL 'PUTO AMO'
La llegada de Josep Guardiola al banquillo del primer equipo supuso un antes y después en el estilo de juego del Barcelona. Es verdad que con Rijkaard el Barcelona elaboraba su estilo de juego basado en la posesión con Deco como líder pero con el técnico de Santpedor se dio un paso más. Pep no se lo pensó ni un minuto y dio todo el peso del control del juego en Xavi e Iniesta, dos jugadores que se erigieron en los dos líderes incontestables del centro del campo barcelonista.Con ellos como maestros de ceremonía y con jugadores como Busquets, Keita y Yaya Touré de perfectos acompañantes el Barcelona pasó a ser un ejemplo y un modelo futbolístico en España, Europa y el Mundo. Nadie jugaba como el Barcelona. Con un trato exquisito del balón y con una posesión del mismo que en algunos partidos era impresionante.
En su primera temporada, el Barcelona alcanzó el 65,7 por ciento de posesión del balón, que al año siguiente pasó a ser del 68.9 por ciento. El punto culminante de la era Guardiola se produjo en la temporada 2010-11 con un 72,7, una cifra impresionante que demuestra la superioridad del equipo azulgrana. El partido más brillante, que más refleja esta manera de jugar del Barcelona fue la final de la Champions de Wembley en la que el Barcelona derrotó al Manchester United por 3-1, con una lección que la Europa futbolística nunca olvidará.
CAÍDA EN PICADO
Desde esa temporada, la posesión del balón del Barcelona ha ido disminuyendo, temporada a temporada siendo la actual de Luis Enrique la que menos posesión tiene, lo que viene a demostrar el escaso papel relevante de los actuales centrocampistas azulgranas.La última temporada de Guardiola en el banquillo y la única de Tito Vilanova la posesión del balñon se mantuvo alrededor del 70 por ciento (70,3 con Pep y 69,7 con Tito). La llegada de Tata Martino y de Luis Enrique supuso un cambio paulatino en el estilo de juego, basado ya sea por el desgaste de Xavi e Iniesta (el primero tuvo escaso protagonismo en el primer año de Luis Enrique al término del cual abandonó la entidad), ya sea porque el potencial del tridente y por la determinación de jugar un fútbol más directo, más vertical.
Traducido en cifras, con el Tata la posesión pasó a ser del 68,4 por ciento mientras que con el técnico asturiano ha ido del 68,0 y 67,6 de los dos primeros años al 64,5 del actual, el porcentaje más bajo desde la llegada de Guardiola. Ahora el Barcelona no tiene tanto balón. ¿Lo quiere o ya le va bien no tenerlo?
